Entenderán, sin duda, que este momento por el que atravesamos, demanda un alto grado de consciencia colectiva. Esto, como sabrán, implica que todos debemos cuidarnos. Y cuidarnos, es velar por nuestra vida y la vida de los demás. En especial, velar por la vida de nuestros viejos, a quienes adoramos.
Salir de la casa solo en casos absolutamente necesarios, más el lavado de manos permanente y de manera juiciosa, es vital para reducir las posibilidades de contagio. Guardar la calma es asumir, antes que nada, una postura responsable.
Vale recordarles que sigo confiando en ustedes, y lo seguiré haciendo. Este momento de la historia demanda de unos jóvenes reflexivos, cuidadores de la vida. Lo que hasta ahora han aprendido en la escuela no servirá de nada si no se traduce en bondad e inteligencia.
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